«El día 27 de octubre de 2020, siendo aproximadamente las 22:30 horas, momento en que Franco Gerling circulaba por calle De Paula en su intersección con Calle 4 de la ciudad de Azul, es interceptado por Jonatan Daniel Roquet, quien se apoderó ilegítimamente de un teléfono celular marca Samsumg, modelo A 10 color negro, propiedad del mencionado Gerling al arrebatar el objeto de las manos de este último», se menciona desde Garantías 1 con relación a las características que tuvo este episodio delictivo.
También se indica que en esas circunstancias, cuando el joven intentó recuperar su teléfono celular, el azuleño al que ahora le fue dictada en esta primera instancia la prisión preventiva, «con el fin de concretar el desapoderamiento, sacó de entre sus prendas un cuchillo tipo casero y le manifestó a la víctima: ‘No te acerques porque te mato, te punteo'».
Aquel día en que fue asaltado, según contó después la víctima cuando radicó la denuncia por lo ocurrido, iba caminando con un amigo suyo que se convirtió en testigo de lo sucedido.
Roquet, el imputado, conocía desde tiempo antes al joven al que le arrebatara el celular y luego amenazó con el arma blanca que portaba.
No bien le sacó el teléfono celular, varios conocidos del acusado se acercaron hasta la víctima y se abalanzaron sobre ella, «lanzándole golpes de puño, tanto al dicente -se señala en las actuaciones penales- como a su amigo», aunque ambos no fueron lesionados.
Mientras tanto, el joven al que días atrás le fue dictada la prisión preventiva aprovechó para darse a la fuga, llevándose consigo ese teléfono celular del que de manera ilegítima se había apoderado instantes antes en la vía pública.
En la denuncia que radicara en sede policial, Gerling había señalado que el teléfono celular que Roquet le sustrajo está valuado aproximadamente en unos 25.000 pesos.
Cuando se produjo este hecho en la zona del Barrio Pedro Burgos, el joven asaltado también contó que el acusado -a quien conoce desde antes por ser vecinos- le arrebató el móvil en momentos que él estaba hablando por teléfono con su novia; situación que la víctima en un principio creyó que se trataba de «una broma».
En esa declaración que hiciera por lo sucedido, señaló que el agresor lo intimidó con un cuchillo «de aproximadamente 20 centímetros».
Aquella noche la víctima de este robo se comunicó de inmediato con la Policía. Y dos días más tarde, según dijera también, le hicieron entrega del celular robado en la comisaria primera, luego de que fuera recuperado por personal policial cuando estaba en poder del encausado.
«El propio sindicado entregó el celular, lo que se erige en un indicio claro y palmario de autoría», escribió la Jueza de Garantías en lo dispuesto ahora. Cuando esa situación se produjo, Roquet les dijo a los policías que se entrevistaron con él que no había robado el móvil, sino que lo tomó luego de que a la víctima de este hecho se le cayera en la calle.
Tres días después de sucedido aquel robo, contando con una orden de la misma Jueza de Garantías que ahora le dictó la prisión preventiva, el considerado autor de este hecho fue detenido, durante un allanamiento que personal policial realizara en un departamento del Barrio Pedro Burgos donde se domicilia.